Vale la pena considerarlo como una agradable compañía, no como una bebida que puede transformarse en nociva por su irresponsable consumo. Al menos así lo plantea Luz María González de Bedout, vecina de El Poblado y una reconocida ejecutiva en el mercado del vino.
Es la abanderada de ‘Wine in Moderation‘ en Colombia, una coalición de organizaciones responsables del mundo del vino a la que se han unido universidades, autoridades y consumidores de vino, y que tiene el objetivo de promover el bienestar y un estilo de vida equilibrado, así como proteger la tradición y cultura del vino.
Esa es la esencia de lo que predica Luz María González, quien promueve la campaña #ConVinoConvivo, la misma que resalta el consumo moderado y responsable del vino, en el que se incluye el autocuidado, la asistencia a espacios seguros y la legalidad. “Es un reto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que cataloga las bebidas alcohólicas como peligrosas para la salud, incluyendo al vino. Es ahí cuando nosotros entramos con la estrategia de, claro, se puede tomar vino, pero de una manera responsable, con el objetivo de que esta industria no se vea perjudicada”.
Y el reto se vuelve más grande en una cultura como la latina, en donde el licor también ha sido un motivo de conflictos. “La gran ventaja del vino es que no se hizo para emborracharse. Esa es la promoción que nosotros queremos hacer: el vino se hizo para acompañarnos en una buena lectura, una tertulia y compartir con amigos o familia. Entonces a la gente se le dice… venga, por qué se va a tomar 25 botellas de vino, tómese una y disfrútela”, comenta Luz María.
Esta estrategia busca que esta bebida no sea prohibida, al contrario, se incentive su consumo, pero de una manera adecuada. “Yo prefiero que esa persona compre una sola botella de vino en la semana y demuestre que es una bebida que nos puede acompañar responsablemente. Además, de comprobar los beneficios que el vino trae para la salud en esas cantidades moderadas”.
Luz María, también presidenta de Asovinos y Chief Legal & Relationship Officer de Dislicores, invita a la pedagogía de la cultura del vino. “Que aprendamos más sobre esta industria, a catar un buen vino y descubrir su verdadera esencia”. Asegura que la pandemia y los tiempos de encierro incrementaron el consumo de este producto porque “la gente se interesó más en una compañía que en una simple borrachera”.
Y la teoría de esta vecina: “Es educando, no prohibiendo, el mejor camino para lograr el objetivo de reducir el consumo de bebidas alcohólicas de forma nociva”.
Fuente: Vecinos Gente
Por: Daniel González Jaramillo
danielgj@gente.com.co
Fotos: cortesía y Juan Antonio Sánchez